Los complementos deportivos son una categoría de complementos dietéticos, fuentes concentradas de nutrientes u otras sustancias con efecto dietético o fisiológico, cuya finalidad es complementar la dieta habitual. Se ofrecen a deportistas, deportistas y personas activas para mejorar el rendimiento físico en forma de comprimidos, cápsulas, polvos, bebidas y barritas.
Muchos atletas creen que los suplementos son un componente necesario para el éxito deportivo y se cree que la mayoría de los atletas de élite usan algún tipo de drogas para mejorar el rendimiento. Un estudio estadounidense entre atletas de equipos universitarios encontró que el 65% de ellos usa suplementos regularmente. Al mismo tiempo, un estudio canadiense similar mostró que el 99% de los estudiantes atletas usan suplementos de manera regular o periódica. Los más populares son los multivitamínicos, seguidos de los suplementos de carbohidratos / energía, los suplementos de proteínas, la creatina y la cafeína. La efedrina, androstenediona, glutamina y HMB también son populares entre los atletas de potencia.
Sin embargo, el uso de suplementos no es un requisito previo para el crecimiento de los resultados. Todas las necesidades dietéticas pueden satisfacerse mediante una dieta adecuada.
El problema de la «pureza» de los aditivos
Los estudios demuestran que algunos suplementos deportivos no siempre contienen los ingredientes indicados en la etiqueta; otros pueden incluir estimulantes o sustancias prohibidas.
Un estudio de 2001 realizado por un laboratorio en Colón acreditado por el Comité Olímpico Internacional encontró que el 15% de los 634 suplementos contienen sustancias prohibidas, incluida la nandrolona. Otro estudio realizado en 2000 en el Laboratorio Analítico Olímpico de la Universidad de California encontró que la androstenediona de algunas marcas tenía etiquetas con información incorrecta y contenía el esteroide anabólico prohibido testosterona. En 2001, investigadores suizos encontraron sustancias extrañas en 7 de los 17 suplementos de prohormonas, además de las indicadas en las etiquetas, incluida la testosterona, es decir, en el 41% de las muestras.
Cómo evaluar el suplemento
No confíe en los suplementos que prometen resultados increíbles. Si las declaraciones del fabricante suenan demasiado buenas para ser ciertas, lo más probable es que estas declaraciones sean realmente falsas.
Sea escéptico con los anuncios que contienen mucha jerga técnica, gráficos innecesarios y palabras engorrosas. Si la información no es lo suficientemente clara y no está respaldada por hechos, no acepte el suplemento con su atención.
Tenga cuidado con los anuncios brillantes que se basan en fotos de «antes y después» y no en evidencia científica de la efectividad del suplemento.
Solicite al fabricante pruebas y / o investigaciones que respalden las afirmaciones sobre el aditivo. Si no se proporciona dicha información, no se comunique con el suplemento.
Asegúrese de que toda la evidencia propuesta sea imparcial. Idealmente, la investigación debe realizarse en la universidad, publicarse en una revista científica respetada y debe ser financiada no solo por el fabricante.
No tome suplementos que se recomiendan solo en palabras vacías. Asegúrese de estar seguro de qué tipo de suplemento es y si funciona antes de comprarlo. Si tiene alguna pregunta, consulte a un experto.
